Chuquisaca. Red Aclo. El trabajo y la explotación laboral infantil en Bolivia es una omisión de sus derechos humanos, este descuido está conduciendo a que la niñez y la adolescencia, sean cada vez más una población indefensa y que depende de los mayores para que ejerzan sus derechos.
“El niño trabajador debe gozar de todos los beneficios sociales como cualquier trabajador y si se paga a un niño menos del salario mínimo nacional, se podría considerar como explotación laboral”
Según el Exmagistrado del Estado Plurinacional se tiene que invertir recursos para apoyar a los padres de familia, crear centros de acogida cuando los padres salen al trabajo y las entidades deben trabajar en dichas políticas públicas a través de las unidades de gestión de los gobiernos municipales y departamentales.
“El trabajo en el hogar es parte del aprendizaje y no se considera trabajo, pero si es trabajo cuando hace una labor remunerada, tienen que tener todos los beneficios sociales” según Wilder Choque ex presidente del Concejo de la Magistratura
En opinión de algunas personas, aseguran que se debe prohibir el trabajo infantil y por otro lado, no existe normativas nacionales para dicha prohibición.
“Las entidades sub nacionales tienen la potestad, en base a un diagnostico desarrollar políticas de cumplimento de las normas nacionales de acuerdo al desarrollo regional y los niveles de pobreza; que es la madre de todos los males; el desarrollo económico es la base para evitar la pobreza” señaló uno de los entrevistados.
“Tengamos que ser muy celosos controlando el trabajo infantil, tendremos la iniciativa de los trabajadores abrir una oficina especifica en alguna de las reparticiones gubernamentales, ya sea en la alcaldía o la gobernación; porque se tiene que respetar leyes, no puede haber trabajo ni explotación infantil. Vemos en los diferentes centros comerciales a niños y niñas trabajando sin tener un salario mínimo, por eso; pedimos a las autoridades del SEDEGES como encargada de los niños, tome las medidas necesarias respecto a la explotación infantil que se ve en el país. En otros países no se ve tanto así, porque tienen control y es penado por sus instancias jurídicas” manifestó el Ejecutivo de la COD en Chuquisaca, Carlos Salazar
Entre las políticas públicas para disminuir el trabajo infantil, para las y los entrevistados, primero está; que debe haber una institución que reciba denuncias de las personas afectadas y eso es tarea del gobierno nacional.
La población en su generalidad rechaza el trabajo infantil, porque consideran que los niños y las niñas en esa etapa de sus vidas, no son aptos para realizar actividades laborales; sino, que tienen que destinar su tiempo para su formación personal como es el estudio, pero por falta de recursos económicos en sus hogares se ven obligados a realizar trabajos, que en la mayoría de los casos son explotados y mal remunerados.
Datos
En Bolivia, el nuevo Código Niño Niña y Adolescente autoriza que las niñas y niños de 10 años puedan trabajar por cuenta propia y de 12 años, al servicio de terceros implica un retroceso los derechos humanos, el Estado boliviano decidió bajar de 14 años la edad mínima permitida, hasta los 10 que es la que hoy nos rige.
Esta determinación fue condenada internacionalmente por las organizaciones de derechos humanos, debido a que vulnera abiertamente el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo, que nuestro Estado ratificó en 1997 y que se compromete a mantener en 14 años la edad mínima de trabajo, e incluso a elevar progresivamente esta edad hasta que ya no coincida con la etapa de la formación escolar.
El Convenio 138 ha sido ratificado por 169 países del mundo, incluso por naciones tan pobres como Liberia, Congo, Zimbawe, Haití o Sierra Leona que han mantenido la edad mínima en el rango de 14 a 16 años. Respetando este compromiso mundial, ningún país conocido del mundo, excepto Bolivia, se ha atrevido a bajarlo hasta los 10 años.
Según estudios en Bolivia existen más de 100 mil niñas y niños trabajadores de entre siete y 12 años, según el Censo Nacional de 2012. Otros 289 mil son adolescentes entre 12 y 17 años, haciendo un total de 391.000 menores de 17 años que trabajan, muchas veces en oficios peligrosos, como ladrilleras, en obras de construcción e incluso en interior mina.
Esas cifras colocan a Bolivia en los últimos lugares de protección infantil en el continente. La situación se agravó cuando el Legislativo aprobó en 2014 una ley que permitía que los menores de 14 años podían trabajar legalmente, algo que contravenía la Constitución Política del Estado y los acuerdos internacionales suscritos por el país. Finalmente, en un fallo dado a conocer la semana pasada, el Tribunal Constitucional dictaminó que el artículo 129 del Código Niño Niña Adolescente es inconstitucional debido a esa causa.
En un boletín del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) se detalla que los rubros donde se concentra la mayor cantidad de menores son el sector agropecuario, el comercio, manufactura y construcción. Además establece que hacen por cuenta propia, con la familia o como aprendices no remunerados.
En abril del 2016 el ministro de Educación, Roberto Aguilar, informó que en el país existían más de 34.000 estudiantes (entre niños y adolescentes) “que trabajan, ganan un sueldo y estudian a la vez”.
Según datos de Unicef al 2014, el 58% de los niños trabajadores en Bolivia eran menores de 14 años y el 90% del trabajo de niños y niñas tenía un carácter informal.
PF/Red Aclo Aclo Chuquisaca/mtp