Chuquisaca. Red Aclo.- Los Pueblos andinos, amazónicos, guaranis recibirán el 21 de junio el año 5.526, MACHAQ MARA (en Aymara) MOSOQ WATA (en Quechua) y para la celebración del nuevo año están previstas las ofrendas como la sagrada coca, sebos de llama y alcohol para la challa como símbolo de reverencia y agradecimiento por la producción.
La celebración del año nuevo andino amazónico es en agradecimiento a la pachamama, por la producción y que el 21 de junio termina un siglo en lo productivo y da comienzo a otro etapa de preparación para una nuevo tiempo de siembra.
“Celebramos el año nuevo desde antes de la colonia, nosotros para el 21 de junio tenemos que terminar todas las cosechas y se planifica para el año, que se vende y que se guarda” señala uno de los ciudadanos consultados sobre qué significa el año nuevo andino amazónico.
“En el campo ante se tenía otro sentido, hacíamos fogata en reunión con la familia, hacíamos sonar algunos plantas que sonaban como la jillapha y pedíamos que produzca más, que se reproduzcan los ganados y en la actualidad se ha degenerado con los juegos pirotécnicos que son dañinos para el medio ambiente” señala Ivan Alvis consultor medioambiental.
“Tenemos el siglo del sol el día es más corto, porque el sol se aleja y el wilcakuti es el retorno del sol es el nuevo siglo de la producción, porque con el 21 termina el siglo de la cosecha. Esta celebración no solo es en Bolivia sino en ecuador, Perú y Argentina; pero en nuestro país se desarrollaron con más intensidad desde que entró al gobierno el presidente Evo Morales” acotó Ivan Alvis
Los ritos son en agradecimiento a la pachamama y se selecciona el lugar más alto para recibir los primeros rayos del sol, para tener un año de mucha prosperidad aseguran los ciudadanos consultados.
Por su parte para algunos de la cultura guaraní, la celebración del 21 de junio como año nuevo andino amazónico es celebrada en el altiplano boliviano, porque ellos no representa nada y a su vez desconocen el significado. En ese sentido para ellos el año nuevo es el 1 de enero, pero que respetan la cultura andina.
La celebración está ligado a una referencia astronómica que es el solsticio, fuente de energía y renovación espiritual y se registra como fenómeno natural entre el 20 de junio y el 23 de junio en el hemisferio sur y da inicio a un nuevo ciclo agrícola, se trata de un calendario lunar-solar, ya que está regido por la fase de la Luna y el recorrido de la Tierra alrededor del Sol. A partir del 22 de junio se empieza a contar los 13 meses, cada uno de 28 días, contándose 364 días del nuevo año. El 21 de junio es el día 365, que se dedica exclusivamente a la fiesta del año nuevo y da inicio al invierno en el sur del planeta Tierra, siendo este día el que tienen la noche más larga y el día más corto.
Dentro del calendario andino y del hemisferio sur, existen dos solsticios, el de invierno y el de verano. La celebración del mara t’aqa corresponde al de invierno, donde la altura, la helada y el movimiento del sol condensan su máxima expresión y significación en los andes y el hemisferio sur, periodo del juyphi-pacha, en la que la helada al llegar a su máxima expresión.
En Bolivia esta fecha es feriado nacional, con suspensión de actividades, desde la promulgación del Decreto Supremo 173 del 17 de junio del 2009 y Tiwanaku, cuna de la civilización precolombina nacida 10 siglos antes de Cristo y desaparecida poco antes de la llegada de los incas, es el centro ceremonial donde confluyen miles de personas, para recibir el nuevo año.
También se celebra en otros lugares considerados sagrados (wak’as o apachetas), la isla del sol en el lago Titicaca, las ruinas de Samaipata, Incallajta entre otros.
PF/Red Aclo Chuquisaca/mtp