Red ACLO, Potosí.-
Desde el año 2018 se estableció legalmente en Bolivia de acuerdo al Decreto Supremo 3723 que cada 22 de noviembre se celebra a Santa Cecilia y Día del Artista en Música de Bolivia; dicho Decreto en su artículo único indica lo siguiente “En el marco de sus competencias, el entonces Ministerio de Culturas y Turismo podrá coordinar con las entidades territoriales autónomas, las organizaciones de artistas y las entidades de nivel central del Estado la organización de actividades de conmemoración de este día especial”.
En Potosí muchos músicos se reunirán para realizar todo tipo de actos en honor a Santa Cecilia, desde eucaristías, procesiones por las calles de la ciudad acompañados de su Imagen y bandas de música.
Por otra parte, de acuerdo al programa que se tiene del Festival Internacional de la Cultura para hoy a las 10:00 a.m se tiene en la Casa Nacional de la Moneda una conferencia de prensa acerca de la “Revalorización de la Música Ancestral Andina” a cargo de la Asociación de Intérpretes de Música Autóctona de Potosí.
Un poco de Historia (J.P. KIRSCH)
Santa Cecilia conocida como Virgen, santa, mártir romana y patrona de los músicos. Se presume que nació en Roma. El culto de Santa Cecilia de Roma fue difundida a nivel mundial por el martirio que vivió como mujer cristiana, misma, según relatan, cantó durante su tormento.
Hacia la mitad del siglo quinto aparecen las Actas originales del martirio de Santa Cecilia, que habían sido transmitidas en numerosos manuscritos; estas actas también se tradujeron al griego. Fueron utilizadas en los prefacios de las misas del mencionado “Sacramentarium Leonianum”. Ellas nos informan que, Cecilia, una virgen de una familia senatorial y cristiana desde su infancia, fue dada matrimonio por sus padres a un noble joven pagano, Valeriano. Cuando, tras la celebración del matrimonio, la pareja se había retirado a la cámara nupcial, Cecilia dijo a Valeriano que ella se había desposado con un ángel que celosamente guardaba su cuerpo; por consiguiente, Valeriano debía tener el cuidado de no violar su virginidad. Valeriano pidió ver al ángel, después de lo cual Cecilia lo envió junto a la tercera piedra miliaria de la Vía Appia dónde debía encontrarse con el obispo (Papa) Urbano.
El diálogo, según la tradición, transcurrió así: Cecilia: “Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.” Valeriano replicó: “Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides.” Cecilia le dijo: “Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al ángel.”). Valeriano obedeció, fue bautizado por el papa y regresó como cristiano ante Cecilia. Entonces se apareció un ángel a los dos y los coronó con rosas y azucenas. Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también fue ganado para la Cristiandad. Como niños celosos de la Fe ambos hermanos distribuyeron ricas limosnas y enterraron los cuerpos de los confesores que habían muerto por Cristo. El prefecto, Turcio Almaquio, los condenó a muerte; el funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia, se convirtió y sufrió el martirio con los dos hermanos.
Los católicos de grupos musicales, coros, orquestas, poetas, ciegos la celebran cada 22 de noviembre como patrona.
AJ/Radio ACLO Potosí