Se presume que la construcción y puesta en vigencia de presas en Argentina y Paraguay, serían las causantes de la escasez de sábalo por ello se envió notas a los gobiernos de ambos países solicitando un reunión conjunta.
“El 24 de abril hicimos inspecciones en las tres rutas; Angosto, Villa montes y D’Orbigny, se han tomado muestras de los peces y se ha descartado la existencia de algún tipo de contaminación, ya sea por el agua o algún tipo de alimento que hubieran ingerido los sábalos”, explicó Omar Sharif, director nacional de biodiversidad y áreas protegidas en respuesta a una serie de especulaciones surgidas a través de redes sociales.
Sharif informó que la causa principal de la ausencia de estos peces podría ser por un lado el cambio climático y posiblemente la construcción de presas en Argentina o Paraguay, con quienes se comparte la cuenca, por lo cual enviaron notas a los gobiernos de ambos países vía cancillería solicitando una reunión e inspección tripartita para que en base a ello se puedan asumir las medidas o acciones necesarias para frenar la merma de sábalos.
La autoridad dijo que si bien esta reducción no generará un desequilibrio ambiental debido a que estos animales no se encuentran en la lista de los “en peligro de extinción”, sin embargo lo que preocupa son los efectos sociales que podrían surgir debido a que hay comunidades rivereñas que viven de la pesca, por ello recomendó permitir el crecimiento adecuado de los peces y dejar que desoven para acrecentar su reproducción ya que hasta el momento se ha hecho todo lo contrario.
El funcionario dijo que no es recomendable aplicar una veda prolongada, tal como lo propuso la gobernación de Tarija (3 años), porque podrían generarse perjuicios sociales y abrió la alternativa en coordinación con instituciones como el ministerio de desarrollo rural podrían buscarse soluciones para fortalecer la especie en cuestión y evitar perjuicios a los 3 pueblos indígenas que subsisten de la pesca.
Tarija abrió la posibilidad de aplicar un veda de 3 años, debido a la ausencia de peces en el Río Pilcomayo, cuyas causas aún no fueron establecidas con precisión esto generó una alarma en la población ya que el producto es una fuente de generación de ingresos de los pueblos indígenas: Tapiete, Weenyec y Guaraní y decenas de comerciantes que se dedican a la re venta en los distintos centros de abasto de Villamontes y el resto del país.