Una de las zonas más afectadas es la cordillera, donde existen 7 comunidades con alrededor de 1.500 familias, el monitoreo semestral desarrollado por el personal de Salud permitió establecer que en relación a la gestión anterior, el primer semestre de este año (2023), se tuvo un incremento del 1,7% de desnutrición en menores de 5 años de edad.
La principal causa sería la inseguridad alimentaria; las características geográficas así como el crecimiento demográfico y la escaza productividad impiden que los integrantes de las familias puedan acceder a todo el esquema de nutrición, según confirmó, Mayra Rocabado, responsable del área de nutrición del municipio de Tarvita “pocas familias cuentan con hurtos familiares, pocas cuentan con la producción necesaria tanto para la venta como para el consumo y es peor en esta época de frío”, afirmó la funcionaria.
Rocabado dijo que estas familias muy pocas veces tienen la posibilidad de consumir verduras, carne y huevo, sin embargo tienen amplia accesibilidad a alimentos que les dan energía o carbohidratos como la papa, el maíz o el trigo, aunque hay familias que hacen los esfuerzos necesarios para completar el esquema alimenticio “siempre se les recomienda que por lo menos prioricen a los niños en etapa de crecimiento, hay ONGs que igual apoyan con algo pero aun así hay dificultades para el acceso alimenticio ”, enfatizó.
En 2022 se registró un 5% de desnutrición para este primer semestre del año se tiene un 6,7%, cifra que tiene a crecer debido al fenómeno de la sequía y heladas que no permiten lograr un incremento en la producción agrícola y mucho menos la generación de ingresos para la compra de los alimentos que faltan.
El personal de salud, recomienda a las madres de familia permitir el monitoreo constante de los menores en cuanto a peso y talla además de solicitar orientación respecto a los alimentos adecuados de consumo ya que en un corto y largo plazo la desnutrición podría desembocar en una serie de problemas sociales y en la propia salud de los menores “uno de esos es la deserción escolar, los niños tienen dificultades en la escuela, otro es que son más propensos a contraer todo tipo de enfermedades como infecciones, neumonías a causa de las bajas defensas eso a corto plazo y a largo plazo es aún más complicado ya que esos niños son candidatos a tener obesidad, problemas gástricos e incluso a contraer la diabetes ya que como hubo un desequilibrio alimenticio en su niñez, en la etapa adulta logran completar ese esquema pero hay una sobrecarga ”, explicó la nutricionista.