El mundo del periodismo y la comunidad boliviana se encuentran de luto tras el fallecimiento del Padre Eduardo Pérez Iribarne, reconocido como un verdadero emblema del periodismo en Bolivia. Su legado perdurará en la memoria colectiva, no solo por su labor como sacerdote, sino también por su invaluable contribución al deporte, especialmente al ciclismo.
Juan Vega, párroco de San Roque en Tarija, destacó la profunda huella que dejó el Padre Eduardo en múltiples generaciones.
“Ha sido un gran aporte que ha dado como sacerdote, en el periodismo, en el deporte, en especial en el ciclismo. Realmente, un hombre que ha trabajado bastante, ha trabajado arduamente, ha dejado muchas enseñanzas y ojalá lo podamos seguir y aprender también de él en la vida”, expresó Vega.
EDUARDO PÉREZ IRIBARNE
La emisora FIDES, parte de la Compañía de Jesús, ha compartido la triste noticia del fallecimiento del Padre Eduardo Pérez Iribarne, un destacado sacerdote jesuita y periodista que dejó una huella imborrable en la sociedad boliviana. Nacido en Lleida, España, el 22 de mayo de 1944, el Padre Eduardo dedicó su vida a la fe y al servicio de los sectores más necesitados.
Su camino hacia la vida religiosa comenzó cuando ingresó a la Compañía de Jesús el 7 de septiembre de 1961. Tras un periodo de formación y estudio, llegó a Bolivia el 24 de septiembre de 1968, donde se convirtió en un referente no solo en el ámbito religioso, sino también en el periodismo. A lo largo de su vida, el Padre Eduardo combinó su vocación sacerdotal con su pasión por informar y educar, utilizando los medios como una plataforma para abogar por la justicia social y los derechos humanos.
La partida del Padre Eduardo deja un vacío significativo en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado. La Compañía de Jesús y la comunidad boliviana recordarán siempre su entrega y su pasión por servir a los demás. Su vida es un testimonio del poder transformador del periodismo y la fe, y su legado continuará inspirando a futuras generaciones.