Una historia de muchos años, con el testimonio de misioneros que han trabajado por la evangelización desde el primer año que pisaron tierra tarijeña con Monseñor Ramón María Font y Ferrés, primer Obispo de la Diócesis de Tarija. Los primeros misioneros atendieron la iglesia catedral y posteriormente se hicieron cargo de la parroquia Virgen de Fátima Santa Ana, además de la atención pastoral en el municipio de Bermejo. En la actualidad, atienden a más de 40 comunidades campesinas, así lo dio a conocer el sacerdote Pablo Ibarreche, párroco de la iglesia Virgen de Fátima Santa en la ciudad de Tarija.
“Es un momento para dar gracias a Dios y rendir homenaje a tantos misioneros, a las personas claretianas que han pasado por aquí y que han realizado un trabajo muy importante de evangelización”, manifestó el religioso claretiano.
El principal carisma de los misioneros claretianos es la evangelización misionera a través del Ministerio de la Palabra, transmitiendo la buena noticia de Jesús mediante la pastoral litúrgica, la atención a los grupos pastorales y los medios de comunicación, entre otros. Siempre lo hacen por medio de la Palabra.
“Nuestro desafío es siempre ser una iglesia en salida. No debemos quedarnos solo en la parroquia esperando que los feligreses vengan a nosotros para pedirnos atención; también debemos salir al encuentro de las personas y llegar a todos los niveles de la sociedad”, señaló.
En conmemoración a los 100 años de presencia misionera claretiana, desde marzo de este año se prepara una misión parroquial como un momento fuerte de evangelización en las casas de los vecinos y vecinas, así como asambleas familiares, donde se busca descubrir la alegría de estar con Cristo y compartir esa alegría con quienes participen en estos encuentros.
“La fe es una fuerza espiritual que nos ayuda a vivir y debe mantenernos firmes y esperanzados también en estos momentos de crisis que estamos viviendo en la sociedad”, indicó.