En un contexto de creciente incertidumbre, José Soruco, Ejecutivo de la Subcentral de Canchones, ha emitido fuertes declaraciones sobre la reciente toma de decisiones dentro de la organización campesina.
“No conocemos cuál es la intención concreta que están haciendo. Ellos no pueden autoproclamarse; por decir, ya tomamos, lo hacemos volar al supuesto ejecutivo, que también no ha sido legalmente ni legítimamente elegido. Lo hacemos a un lado y nos ponemos con lo que nosotros queramos. El procedimiento es que tiene que ser un congreso para eliminar carteras o acefalías; se hace cumpliendo el estatuto en un ampliado, no es alegremente el que tiene y va el que quiere”, manifestó Soruco.
Según Soruco, la solución pasa por una convocatoria formal.
“Ellos tendrían que convocarse, componer un comité ad hoc, convocar a un congreso; tienen dos meses de plazo para organizarse, llegar al congreso, y el congreso es el que tiene que elegir nuevas autoridades”, explicó.
Por su parte, Tomás Velásquez, elegido como Ejecutivo por las centrales campesinas en la gestión 2023 y luego desconocido, propuso un análisis orgánico a los principales ejecutivos de las centrales campesinas provinciales. Asegura que esta medida puede establecer una base sólida con nuevos ejecutivos provinciales, lo que permitiría convocar a un nuevo congreso orgánico y elegir nuevos dirigentes.
“Lo más sano y más sensato sería que ellas se sometan a un análisis orgánico en las provincias; y de ahí podemos partir bien con los nuevos ejecutivos provinciales; y de ahí pues podemos llamar a un congreso orgánico si es que la mayoría de los ejecutivos están de acuerdo. Por mí, no hay ningún problema, pero tenemos que partir de esa manera”, declaró Velásquez.
Finalmente, Velásquez hizo un llamado a la unidad y al respeto dentro de la organización, destacando que la lucha de los campesinos debe centrarse en enfrentar los desafíos económicos y sociales del país, más allá de las divisiones políticas internas.
