Irma Ordoñez, directora regional de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) en Tarija, ha destacado los esfuerzos continuos de la institución en la producción y distribución de arroz. Aunque EMAPA no produce arroz en grandes cantidades, mantiene una distribución regular a la población. “Hemos empezado a trabajar nuevamente en los municipios después de haber realizado una primera ronda de visitas a los distritos”, comentó.
La directora regional también indicó que la petición que hace la dirigencia vecinal es imposible de cubrir, dado las expectativas y desafíos en torno a la cobertura de EMAPA.
“Muchos dirigentes, incluyendo al presidente de la FEDJUVE departamental, consideran que EMAPA puede llegar al 100%, lo cual es imposible”, afirmó. Aclaró que, aunque EMAPA es una institución gubernamental, no es la única que produce arroz. La diferencia es que el precio de nuestro arroz es subvencionado, lo que causa que la gente haga filas para comprarlo. Sin embargo, solo podemos atender el 20% de la demanda”, dijo.
Ordoñez señaló que el gobierno está tomando medidas para combatir la especulación del precio del arroz, citando casos en Santa Cruz donde empresarios privados han ocultado el producto.
“Estas medidas ayudarán a reducir el precio del arroz”, aseguró.
Ordoñez mencionó que, para la próxima gestión, EMAPA prevé aumentar el apoyo a la producción de arroz para satisfacer una mayor parte de la demanda. Además, informó que el gobierno está realizando importaciones del grano para estabilizar la situación en el mercado nacional.
Por su parte, Celestino Barro, Presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Tarija, resaltó que la distribución de arroz está generando problemas significativos.
“EMAPA no puede cubrir la distribución en cada uno de los barrios”, afirmó, señalando que la entrega de solo 50 bolsas de arroz por barrio, en sectores con más de 500 familias, está provocando tensiones y acusaciones de discriminación.
Barro mencionó que esta situación está complicando a los presidentes de barrio porque son quienes se ven en la difícil posición de decidir qué familias reciben el arroz.
“Hay una discriminación en el tema de la distribución del arroz”, enfatizó, instando a las autoridades a ser claras y responsables en la comunicación sobre la disponibilidad del arroz.