Las familias campesinas expresan su preocupación por el aumento de los precios de productos agrícolas, pecuarios, especialmente abarrotes y carne, mientras que los productos agrícolas reducen su costo.
Armando Gallardo, agricultor campesino y comunicador popular en Tucumilla, manifiesta: “La situación es complicada. Cuando uno va a la ciudad, los precios fluctúan, y lo que sube rara vez baja a su nivel anterior. Esto afecta gravemente a las personas de escasos recursos y a la gente del campo. Productos como la papa y otros productos agrícolas no suben de precio; en cambio, cuando el mercado se satura, estos tienden a bajar, alcanzando niveles muy bajos. Sin embargo, los precios de los abarrotes y productos industrializados están muy altos. Las autoridades deberían intervenir, la intendencia, la alcaldía o el gobierno mismo, para regular esto. Actualmente, parece que no están haciendo nada, solo observan de lejos cómo evolucionan los precios. Muchas personas están especulando, escondiendo productos o subiendo los precios arbitrariamente. Los productos cárnicos son otro problema; la situación está peor aún. Aquí, nadie viene a ofrecer precios bajos por el ganado, y al final, los que comercializan tendrán que aumentar también el precio del ganado en el campo porque allá el precio está al doble. Nosotros nos abastecemos con lo que producimos, pero ya no es suficiente, todo está muy caro, y el esfuerzo debe ser doble”.
Gallardo hace un llamado a las autoridades para que intervengan y regulen los precios: “Es un llamado a las autoridades, ya sea municipio, gobernación o gobierno nacional, para que se pongan las pilas y hagan algo. Ellos están sacando excusas, pero no hay soluciones. No están vigilando los mercados, dejando que las cosas se manejen a su antojo. Mientras ellos tienen su sueldo y ganancias mensuales aseguradas, la gente que vive al día debe hacer sacrificios con lo poco que tiene”.
