Sonia Villa, vendedora en el Mercado Abasto del Sur con su mandil característico, representa la esencia de la mujer trabajadora gremial. Actualmente se encuentra en el sector de refrigerio que tiene el centro de abasto, siendo testigo de los cambios y desafíos que enfrentan las mujeres en la sociedad.
Sonia reflexiona sobre el significado del Día de la Mujer. “La mujer es la persona más sacrificada en todo aspecto”, afirma, recordando su propio camino como madre y abuela. Con orgullo, comparte que sus hijos son ahora profesionales y que disfruta de la bendición de ser abuela.
Sin embargo, Sonia no ignora las sombras que persisten en la actualidad que sufren algunas mujeres. Habla con preocupación sobre el feminicidio, un tema que, según ella, se ha vuelto más visible con las redes sociales. “Antes no nos enterábamos, pero ahora da miedo. Realmente una mujer no merece acabar así”, expresa con tristeza.
A pesar de los retos, Sonia destaca la importancia del respeto y la convivencia en el hogar. Con casi 50 años de matrimonio, reconoce que no ha sido fácil, especialmente en momentos de dificultades económicas. “Nunca me ha faltado el pan del día, aunque a veces solo había arroz con huevo”, recuerda.
Sonia Villa es un ejemplo de fortaleza y dedicación, una voz que resuena en el Día de la Mujer, recordándonos los sacrificios y logros de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.
