Los médicos han levantado el pronóstico reservado al Papa Francisco. Cuando hoy se cumplirán 26 días de ingreso en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma por una bronquitis asmática que desembocó en neumonía bilateral acompañada de no pocos baches, ayer se ha certificado la evolución positiva de esta última semana.
En el parte que se ha dado a conocer en la tarde de ayer se especifica que “las mejoras registradas en los días anteriores se consolidaron aún más, como lo confirman tanto los análisis de sangre como la objetividad clínica y la buena respuesta al tratamiento farmacológico”.
A la par, también se certifica en el comunicado que “las condiciones clínicas del Santo Padre continúan estables”.
En cualquier caso, los profesionales sanitarios que le atienden consideraron que la complejidad del cuadro clínico y el importante cuadro infeccioso presentado al ingreso, será necesario continuar la terapia médico farmacológica en ambiente hospitalario por días adicionales”.
O lo que es lo mismo, avisan de una recuperación lenta, no exenta de riesgos, lo que conlleva paciencia tanto para el propio Francisco como para el entorno eclesial y mediático. Es el recado implícito que parece adosado al informe.
Más allá de la información propiamente sanitaria, desde el Vaticano se apuntó que Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, recibió la eucaristía y se dirigió a la capilla para rezar.
//Los Tiempos.