Gabriel Pérez, representante del sector transporte de Tarija, ha denunciado los graves efectos de la crisis de combustible que atraviesa Bolivia. Según Pérez, las largas filas en las estaciones de servicio y la brecha entre el dólar oficial y el paralelo están generando pérdidas económicas significativas para los transportistas. Además, cuestionó la falta de eficacia de las promesas gubernamentales para resolver el problema, sugiriendo que intermediarios podrían estar beneficiándose del desabastecimiento.
“Sabemos que el sector de buses, pues, tienen horarios para salir y volver, ¿no? Y cuando no cumple, hay que ir después a la ATT, en cuanto a las multas, por incumplimiento de sus horarios. Pero eso no es bueno, pues, en consideración de la falta del combustible,” explicó Pérez.
El representante también mencionó que, aunque el transporte cruceño ha anunciado medidas de presión a partir del miércoles, el sector de Tarija no se sumará de inmediato, ya que el jueves se llevará a cabo un ampliado nacional para coordinar acciones conjuntas. “No, no se van a sumar a estas medidas porque tenemos el día jueves un ampliado nacional donde también va a participar el ejecutivo de Santa Cruz,” agregó.
Pérez enfatizó que la escasez de diésel y gasolina no solo afecta al transporte, sino también impacta a otros sectores productivos, lo que genera preocupación sobre el futuro económico del país. “La situación tiene que cambiar, pues, el modelo económico. Sabemos que, si no se paga, nadie nos va a dar nada, y eso es por falta de la moneda extranjera,” puntualizó.
