HISTORIA
Acción Cultural Loyola
Fue creada por la Compañía de Jesús el 25 de agosto de 1966. Su filosofía y compromiso estuvieron orientados por el posicionamiento de la Iglesia Católica expresado en el Concilio Vaticano II y en la 1ª y 3ª Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Río de Janeiro y Puebla, respectivamente.
Cuando empezó su accionar, la situación de los campesinos y campesinas en la década de los sesenta era marginal, si bien hubo cambios en términos políticos como fue el derecho a votar1; sin embargo, el acceso a la educación, la salud y el derecho al desarrollo se mantenían ausentes en las políticas del Estado. Los problemas centrales que les afectaba eran: Alto índice de analfabetismo (69%), altos índices de pobreza, dependencia y sometimiento político y económico a los gobiernos de turno y ausencia de políticas públicas de apoyo al desarrollo integral de las economías campesinas. Por otro lado, las y los campesinos mantenían sus formas propias de vida donde se practicaba la reciprocidad, la solidaridad, la democracia y justicia comunitaria, y el respeto a sus autoridades naturales.
En este contexto y asumiendo la posición de la iglesia (opción por los pobres), ACLO se compromete con las y los campesinos del sur del país, por ser el sector social más numeroso, necesitado y marginado, porque posee una cultura propia y tiene potencial para lograr el cambio socio-económico y político del país3; y porque ACLO reconoce la capacidad que tienen los campesinos de movilización y transformación.
Desde el inicio, ACLO eligió la “educación” como estrategia del cambio de estructuras sociales, políticas y económicas, por lo que se propuso desarrollar capacidades de incidencia en campesinos y campesinas, para que ellos mismos logren su propia liberación. En ese sentido, la educación tuvo un rol importante, les dio la oportunidad, no solo de leer y escribir, sino de leer su propia realidad, y a partir de ello transformarla. Para, lo cual se fortaleció sus organizaciones, se apoyó a mejorar su economía y hacer conocer sus demandas, necesidades y potencialidades, a través de las radios ACLO Chuquisaca, luego Tarija y Potosí; y el periódico “En Marcha”.
En 1971, con apoyo de instituciones amigas, se instala la primera sala de grabaciones en oficinas de ACLO Chuquisaca, desde allí se da protagonismo al campesino, para que su voz esté presente en el ámbito público del departamento, a fin de que la gente conozca sus necesidades, sus problemas y potencialidades. En 1977, ACLO instala un transmisor en Yamparáez y a partir del 1º de febrero de ese mismo año, ACLO transmite de manera independiente su propia señal de radio. En 1973, se crea ACLO Tarija con el objetivo de apoyar a los campesinos de ese departamento que vivían olvidados, marginados y acallados. El 18 de junio de 1981 inicia las transmisiones de Radio Tarija, difundiendo la voz del campesino tarijeño. En 1975, conscientes de la situación en la que se encontraban los campesinos de Potosí y con el mismo compromiso de apoyarles en su liberación, se crea ACLO Potosí. Con la inclusión de este último departamento la cobertura de ACLO es el sur de Bolivia, donde la problemática campesina es similar.
Durante la dictadura de Banzer, cuando se prohibió toda forma de organización independiente, ACLO promueve la creación de cooperativas campesinas integrales (COINCA), donde se instalan tiendas comunales de consumo, se crean centros culturales (Yachay Wasi en Sucre), se construyen postas sanitarias, se abren tambo wasis (alojamientos campesinos en Chuquisaca y Tarija) y se promueve la formación de líderes en agropecuaria y cooperativismo.
Para que los campesinos/as pudiesen mejorar su producción agropecuaria y que les permitiera asegurar la alimentación de las familias, ACLO instala granjas experimentales y demostrativas (en Chuquisaca, Tarija y Potosí), que al mismo tiempo funcionarían como centros de capacitación de promotores agropecuarios y de formación de líderes sindicales.
Durante la década de los setenta, tiempos de dictadura, cuando la represión y control político se ejercía en toda Bolivia, ACLO continúa con el trabajo de alfabetización radial y cooperativismo, como estrategias de trabajo con las organizaciones y comunidades campesinas.
Es a partir de 1980, que ACLO inicia la formación de reporteros populares (RRPP), es desde entonces, cuando las comunidades, los campesinos e indígenas tienen su voz, hacen conocer su palabra a través de los medios de ACLO. Para ello, se organizaron cursos de capacitación sobre comunicación popular. Hoy, existen más de un millar de reporteros y comunicadores en el sur de Bolivia (Chuquisaca, Tarija y Potosí).
Ya en 1982, con el inicio del periodo democrático, ACLO replantea su accionar; dando mayor apoyo a las comunidades y sus organizaciones, acción que se mantuvo constante hasta la consolidación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), como una organización única e independiente.
A raíz de la sequía presentada en 1983, que afectó sobre todo a las comunidades campesinas e indígenas del occidente boliviano, ACLO, junto a otras instituciones afiliadas a UNITAS, ejecutan el programa de emergencia denominado “plan sequía”, y más adelante el “Programa de Recuperación Agropecuaria Campesina (PRACA), cuya acción principal fue garantizar la provisión de semillas, insumos, capacitación técnica y apoyo a la organización sindical. Posteriormente, se plantea otro programa, esta vez denominado “Programa Campesino de Desarrollo (PROCADE) como un programa alternativo de desarrollo, que incluía crédito para la producción agropecuaria. A partir de este periodo (1983), ACLO da mayor énfasis al desarrollo agropecuario, pasa del trabajo intensivo al trabajo extensivo, forma equipos multidisciplinarios con el propósito de mejorar la economía de los campesinos del sur, se hacen proyectos productivos agropecuarios, capacitación técnica y fortalecimiento de los sindicatos comunales y subcentrales, acompañado de proyectos educativos y comunicacionales para dar sostenibilidad a las acciones. En las zonas de trabajo, se elaboran diagnósticos y planes de desarrollo micro regional; con lo que se inicia un nuevo enfoque de trabajo: Desarrollo Rural con enfoque territorial.
En 1986, segundo año del gobierno de Víctor Paz Estensoro, se impone el modelo “neoliberal”, con la promulgación del Decreto Supremo 21060, que provoca el cierre de minas, el despido de miles de mineros, la migración de campesinos a las ciudades, afectando a la economía de los más pobres. ACLO, fiel a su ideología y compromiso, denuncia y critica estas medidas que van contra los derechos humanos más elementales; a raíz de ello, radio ACLO Tarija sufre un atentado, donde se destruye la antena y la caseta. Luego de un año (1987), con apoyo de las organizaciones sociales, renace Radio ACLO Tarija.
Más adelante, en 1988, ACLO cambia de estructura institucional, y crea la Dirección General con el propósito de lograr una acción más efectiva y coordinada entre las oficinas de Chuquisaca, Tarija y Potosí. Ya en la década de los noventa, con la promulgación de la Ley de Participación Popular en 1994, la democracia se profundiza, tanto en el ámbito económico y social (asignación de recursos) como en el ámbito político (participación de campesinos en el poder local); a partir de entonces, ACLO centra su acción presencial en el territorio municipal como unidad de planificación del desarrollo; mientras la acción de la radio es el ámbito departamental. Con el propósito de aportar al desarrollo, elabora Planes Desarrollo Municipal, sobre todo en los municipios donde interviene de manera presencial.
ACLO, consecuente y comprometida con la población campesina e indígena del sur, entre 1999 y 2000, realiza un proceso de evaluación para adecuar su accionar institucional a los cambios estructurales que, dentro de la política neoliberal, se dieron en el país y que transformaron formas y niveles de relacionamiento de la sociedad civil con las instancias gubernamentales, tanto en el ámbito local y regional como nacional. Producto de ésta evaluación, se tiene el primer plan sexenal institucional 2001-2006.
Como resultado de la evaluación y del momento histórico de ACLO, la institución cambia de razón social a Fundación Acción Cultural Loyola, con la sigla ACLO, adquiriendo la forma de fundación civil, de carácter privado y sin fines de lucro. Su funcionamiento en el territorio nacional es legalmente reconocido a través de la personería jurídica, concedida por R.P. 134/2000 en fecha 30 de agosto de 2000.
En el ámbito nacional, debido a la dinámica de los movimientos sociales, se inicia un quiebre político, es cuando se producen tensiones entre gobierno y organizaciones sociales debido a las condiciones de mayor empobrecimiento a las que condujo el modelo neoliberal, se produjeron enfrentamientos como la Guerra del Agua y la Guerra del Gas, entre el 2000 y 2003, que culmina con la expulsión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y posterior elección de Evo Morales Ayma como Presidente de la República en diciembre de 2005. Durante este proceso se fortalece el relacionamiento y compromiso de ACLO con el movimiento indígena campesino del sur del país.
En este nuevo contexto, en abril de 2005 se realiza una evaluación externa al Plan Sexenal 2001-2006, donde se identifican logros, potencialidades, debilidades y desafíos futuros para la institución. A partir de estas constataciones, ACLO reestructura su accionar para responder a las demandas y desafíos planteados, estableciendo la incidencia en políticas públicas y en formación de opinión pública como principio articulador de toda su intervención institucional, tal como se expresa en su nuevo plan sexenal 2006-2011.
Luego de la elección del primer presidente indígena, se convoca a la elección de constituyentes para conformar la Asamblea Constituyente que se realiza entre 2006 y 2007 en la ciudad de Sucre, frente a tan importante acontecimiento nacional, Fundación ACLO junto a ERBOL abren un espacio comunicacional denominado “Foro Constituyente”, destinado a informar y debatir sobre el país que queremos. Para ello, se instala una biblioteca, una página web, el periódico En Marcha Constituyente y se abren espacios especializados en la radio para informar sobre este evento. Fue un periodo de muchas tensiones sociales, por la confrontación de dos visiones de país totalmente distintas, una desde los pueblos indígena originario campesinos y otra desde los sectores conservadores; que culminó con la elaboración y posterior aprobación de la nueva Constitución Política del Estado.
El proceso constituyente fue violento, con acciones de racismo y discriminación, donde ACLO también sufrió agresiones de sectores conservadores de la ciudad de Sucre, por cumplir su compromiso de opción por los pobres y el estar al lado de las organizaciones indígenas originarias campesinas.
El rol de los medios de comunicación de ACLO fue fundamental durante la Asamblea Constituyente y post Constituyente, por cuanto influyó en la opinión pública para promover el cambio estructural, tanto en el sur como en todo el país a través de la Red ERBOL. En este proceso, la Red ACLO se consolida el 2006. Asimismo, promueve la formación de Redes departamentales (La Red del Sur en Tarija, la Red de Integración Chuquisaqueña y la Red Potosina de Comunicación). La formación y capacitación de reporteros populares continúa, especialmente en Chuquisaca.
ACLO, consecuente con su labor educativa, desde su creación realizó acciones de alfabetización por radio, continuó durante las décadas del setenta, ochenta y parte de la década del noventa, experiencias que anteceden al programa de educación básica a distancia por radio, un nivel superior a la alfabetización que, en convenio con IRFA Santa Cruz y el aval del Ministerio de Educación, desarrolla el programa de educación primaria a distancia por radio, en Potosí desde 2004 y en Chuquisaca desde 2008. Hoy, esta iniciativa se desarrolla en el marco de la Ley de Educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez.
En el marco del enfoque del desarrollo rural sostenible, se promueve la agricultura sostenible, con procesos de industrialización de productos primarios, para ello organiza empresas campesinas como ASOVITA. Por otro lado, enfatiza en la formación de líderes, desarrolla procesos educativos de construcción de ciudadanía intercultural y el ejercicio de los derechos humanos (económicos, sociales, políticos y culturales), en equilibrio con su medio natural, que contribuye al desarrollo integral de las personas, en lo humano, en lo ético y espiritual. Considerando los cambios estructurales por los que atraviesa el país, al concluir el primer decenio de este siglo y tomando en cuenta los avances, limitaciones y proyecciones de la última evaluación externa (2010), se elabora un nuevo Marco Estratégico, esta vez para el periodo 2011 – 2020; y un Plan Programático Trienal (2012 – 2014). Dada la nueva realidad socio – cultural, la inclusión de los pueblos indígenas originario campesinos en los diferentes espacios de poder, tanto en el ámbito nacional (Asamblea Legislativa Plurinacional) como regional y municipal, Fundación ACLO define desarrollar sus acciones en los municipios y regiones del sur a través de cuatro Desafíos Estratégicos emergentes del contexto.
Sobre la base de las evaluaciones anuales del Plan Programático 2012 – 2014, y el análisis de contexto social, político y económico, se decide ajustar el Marco Estratégico Institucional y elaborar un nuevo Plan Programático Sexenal. El nuevo plan institucional (2015 – 2020) se elabora en el marco de la celebración de los 50 años de creación de ACLO, cuando los campesinos ahora ocupan cargos importantes en la administración pública, como asambleístas nacionales, alcaldes y concejales y cuando gran parte de los campesinos e indígenas viven en las ciudades. Dada esta situación, ACLO decide desarrollar sus acciones también en los barrios de las ciudades. En síntesis, el plan institucional se elabora cuando la situación social, política y económica de los campesinos e indígenas es otra. Como dato ilustrativo, en el momento de creación de ACLO, el índice de analfabetismo era de 69,00%, hoy llega a solo 7,23%.
Tomando en cuenta el nuevo contexto y las demandas de la sociedad, de mayor justicia social, económica y política, el Plan Estratégico y Plan Programático Sexenal 2015 -2020, se elabora desde el enfoque de efectos e impactos esperados a través de tres desafíos estratégicos5, donde la cobertura institucional ahora está tanto en el área rural como en los barrios urbano populares de las ciudades principales y además se abre una nueva oficina de ACLO en el región del Chaco boliviano.