La ciudad de Tarija se viste de gala al conmemorar su 451 aniversario, una fecha de profunda significancia que celebra su rica historia, su inquebrantable lealtad y el espíritu acogedor de su gente. Fernando Castellanos, presidente del Concejo Municipal de Tarija y la provincia Cercado, destaca el profundo amor de sus habitantes por esta “bendita tierra chapaca”.
El corazón histórico de Tarija: El Cabildo Abierto
El epicentro de estas celebraciones y de la propia identidad tarijeña es el edificio del Consejo Municipal, conocido históricamente como el cabildo abierto de la ciudad. Este imponente inmueble es considerado el más importante y con mayor historia de Tarija, no solo por su antigüedad sino por las decisiones trascendentales que en él se gestaron. Según Castellanos, en este edificio se desarrollaron los principales cabildos del sur de Bolivia y del norte argentino.
Entre 1810 y 1826, el cabildo fue testigo de momentos cruciales. Particularmente, después de la fundación de Bolivia, Tarija celebró cuatro cabildos fundamentales en 1826: el 6 de junio, el 16 de agosto, el 7 de septiembre y el 17 de octubre. Fue en este último donde Tarija tomó la decisión trascendental de pertenecer a Bolivia por voluntad propia.
“Por eso es de que se dice Tarija es la más fiel y la más leal con Bolivia porque ha demostrado su amor”, enfatizó Castellanos, resaltando que esta unión fue un acto de amor y decisión soberana. La frase “Tarija es la más fiel y la más leal con Bolivia” cobra un significado especial al recordar que la ciudad se unió a la nación después de su fundación, mediante cabildos abiertos y por voluntad propia.
Un corazón abierto para todos
La esencia de Tarija, más allá de sus hitos históricos, radica en su espíritu acogedor. Fernando Castellanos destacó que “el que viene a Tarija encuentra un corazón abierto, una Tarija llena de sentimientos, una Tarija que siempre regala una sonrisa a nuestros visitantes y que late por todos ellos”. Este amor y sentido de pertenencia no solo lo sienten los nacidos en esta tierra, sino también aquellos que, provenientes de otras regiones de Bolivia como Santa Cruz, Potosí u Oruro, han elegido Tarija como su hogar y la aman profundamente.
Con estas emotivas celebraciones, Tarija reafirma su posición como una ciudad de historia, lealtad y calidez, proyectando su “corazón abierto” al mundo.